sábado, 17 de septiembre de 2016

Tip # 128. “Errores que nos cuestan caros, a la hora de despedir a un colaborador”.

Tip # 128. “Errores que nos cuestan caros, a la hora de despedir a un colaborador”. Error número cuatro: Se aplican sanciones desproporcionadas: El Principio de Proporcionalidad en materia laboral es muy sencillo: Aplique una medida disciplinaria o sanción, que sea proporcional a la falta cometida, ni más ni menos. Ocurre algunas veces que, por el “calor” del momento, los ánimos elevados, y los sentimientos encontrados a la hora de tener que despedir a una persona, se aplican sanciones más viscerales, que racionales. En ciertas ocasiones se oye la frase lapidaria: “Busque la causal que sea, pero no quiero ver más a esta persona en la compañía” En ese momento, la persona a la que se le ha encargado esta nada fácil misión, comienza a elucubrar, y echando mano de su creatividad, y con él ánimo de terminar “de una vez por todas”, ese problema, decide despedir a la persona por abandono de trabajo. Claro, es cierto, la persona había abandonado su puesto de trabajo mientras navegaba por internet, revisando los recientes resultados de los partidos de los equipos europeos, pero la pregunta es: ¿Será proporcional la sanción impuesta, versus la falta cometida? La respuesta es no. Es correcto que era abandono de trabajo, pero esta falta debió sancionarse con un apercibimiento por escrito, y no con un despido sin responsabilidad patronal. ¿Cómo siguió este caso?, el colaborador terminó demandando a su patrono, pretendió en su demanda que el juez le concediera el pago de la cesantía, el preaviso, indexación, pago de intereses, costas del proceso, y daño moral. Al final el juez le da la razón, y condena al patrono en todo lo solicitado por el colaborador, menos el daño moral. Recomendación En todo centro de trabajo, todas las personas que tengan la potestad de aplicar medidas disciplinarias, deben estar debidamente capacitadas, para realizar esta función de la forma correcta. La sanción que se pretende imponer, debe ser valorada por lo menos por otra persona. Debemos cuestionarnos, si la gravedad de la falta justifica la decisión que se está tomando. Si en ese momento hay dudas, es mejor dar el tiempo necesario para estar seguros, ya que de lo contrario, lo que viene puede resultarle muy oneroso al patrono. Randall González. Abogado Laboralista. Director de la Práctica Laboral Corporativa de la Firma BLP. Director de Relaciones Laborales para América Latina de la Federación Interamericana de Asociaciones de Gestión Humana (FIDAGH). Presidente de la Asociación Costarricense de Gestores de Recursos Humanos (ACGRH). Sígueme en el blog http://humanizandomentes.blogspot.com/ En Facebook, Instagram y Pinterest síguenos como: Humanizando Mentes. Twitter: @randallglez Hashtag #humanizandomentes

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